divendres, 24 de febrer del 2012

Text 1

Zeus, monarca dels divins, prengué per primera esposa Metis, la més hàbil dels déus i dels homes
moridors. Però quan ja estava a punt de parir la dea Atena d'ulls verds, llavors Zeus, ensarronant el
seu cor amb arteroses paraules, la va introduir en el seu propi ventre, per consell de Gea i d'Urà
estelat. Així li ho aconsellaren, perquè cap dels déus sempre eterns no gaudís —llevat de Zeus—
d'honor reial.

Quin lloc ocupa Zeus entre els déus olímpics? Com va obtenir el poder? A qui l'hi va arrabassar? 
Zeus és considerat un déu olímpic. Era el governant de la muntanya olimpic i evidentment era déu del cel i del tro. La llegenda explica que Zeus va obrir l'estómac de Crono, llavors zeus va alliberar als germans de Crono En agraïment li van donar el treueno que havien estat prèviament amagats per Gea. Li treu el poder a Cronos.



• Qui va ser esposa de Zeus, després de Metis? Quin fill o fills li va donar? 
Hera i els fills que li va donar van ser Hefest, Ares i Hebe.








• De quina ciutat és protectora la deessa Atenea? Quins són els seus símbols i els seus
atributs? 

Era deesa de la guerra i proctectora de la ciutat d'Atenes. L'animal que simbolitza és l'òliba i la seva planta les oliveres.
 

              
         

dijous, 16 de febrer del 2012

El disseny bàsic d’una ciutat romana

 Modelo en el que se inspira el trazado y áreas principales de una ciudad;
  • -  En el mundo antiguo se dieron cuenta de que el plano basado en líneas rectas trazadas en ángulo recto era el que mas comodidades ofrecía a una ciudad: Las parcelas quedan perfectamente delimitadas en manzanas uniformes, La expanción podía ser rápida y planificada de antemano.Este plano se llama Hipodámico y Ortogonal.
  • - Un plan hipodámico, también denominado plano ortogonal, equirrectangular, en cuadrícula o en damero, es el plano urbano que organiza el diseño de las calles en ángulo recto, creando zonas cuadradas o rectangulares, como una cuadrícula. Las ciudades que presentan este tipo de planeamiento urbano, en toda su superficie o solo en parte, tienen una morfología urbana perfectamente distinguible.
  • - En la organización urbanística se adoptó, siempre que fue posible, el sistema de trazado hipodámico, con calles rectas que se cruzaban ortogonalmente. La ciudad Romana es la excepción de esta regla


Ceremonia ritual de fundación de una ciudad de nueva planta;
  • - Cuando Roma fundaba una ciudad ex novo en una provincia, repetía un ritual enraizado en la tradición etrusca, a la vez que aplicaba unos esquemas de organización espacial estrechamente vinculados a los principios de la urbanística helénica.Los etruscos poseían libros rituales, con preceptos exactos para realizar la ceremonia fundacional de una ciudad que era un acto sustancialmente religioso. Los relatos míticos de la fundación de Roma muestran a Rómulo oficiando precisamente esos ritos ancestrales de origen etrusco.
Construcciones que aseguraban el saneamiento y la defensa de las ciudades;
    Se denomina muralla a un muro cerrado destinado a la protección y defensa de determinado sitio.
    Desde los tiempos antiguos a los modernos se han usado para cerrar asentamientos. Generalmente las murallas se construían para proteger una ciudad o un pueblo, aunque también existen murallas que proteger regiones enteras como la Gran Muralla China o el Muro de Adriano, que delimitaban fronteras entre pueblos.
    Las murallas más antiguas existentes y las más conocidas suelen ser obras de albañilería con piedra, cemento o ladrillo, aunque existen variantes hechas en madera. Dependiendo de la topografía del área a proteger se podían incorporar otros elementos naturales como ríos o costas a la línea de defensa lo que las hacían más efectivas.
    Las murallas solo se pueden cruzar por la puerta y algunas veces por torres. En la Edad Media el derecho de asentarse para construir una muralla era un privilegio, llamado "derecho de almenaje" en las fortificaciones medievales. La práctica de la construcción de murallas tuvo su origen en la prehistoria y fue refinándose al crecer las ciudades en Europa.
    Sería en los siglos XIX y XX cuando el crecimiento explosivo de las ciudades europeas hacen que empiecen a desaparecer para facilitar la expansión y la comunicación de la ciudad.




    Manera habitual de subministrar l’aigua. 

    Existen restos e indicios de infraestructuras hidráulicas en las antiguas culturas Egipcia, Mesopotámica, Griega y China, pero ninguna de ellas llegó a igualar la destreza con la que los romanos consiguieron captar el agua, transportarla, distribuirla y eliminarla.

    La ingeniería civil romana se desarrolló de tal modo que hoy en día se les considera como los mejores ingenieros de la antigüedad, habiendo legado un amplio patrimonio por todo el territorio que ocupó su vasto imperio. En general, no se puede decir que fuesen grandes innovadores, pero por contra, en sus edificaciones emplearon principios físicos y constructivos simples, el trabajo de los esclavos y mucho tiempo. En lo que respecta a la gestión de las aguas, consiguieron canalizarla hasta los puntos de consumo, elevarla a los edificios y fuentes, repartirla por los campos, etc.


    Ilustrad su redacción mencionando ejemplos concretos de Cataluña o de la península Ibérica).
     
    El trazado declarado por la comisión es:
     
    1) En España hay dos corredores que al final se unirán en Tarragona. Uno de ellos va desde Algeciras hasta Madrid, para luego seguir hasta Tarragona, atravesando Aragón. Los trabajos deben comenzar en 2015 y acabarlos antes del 2020.
    2) El segundo nace en Sevilla, y continua por Antequera, Granada, Almería, Cartagena, Murcia, Alicante, Valencia, y Tarragona. De esá fase aún no se han iniciado los estudios.
    3) El tramo Valencia, Tarragona y Barcelona, que es la continuación a los anteriores, se construirá entre 2014 y 2020.
    4) Tramo Barcelona a Perpignan, que estara listo en 2015.
    5 Desde Perpignan sigue el trazado del arco Mediterráneo, pasando por Montepellier, Lyon, Torino y Milano.
    6) Posteriormente continua hasta el Adriático, es decir Milano, Brescia, Venezia y Trieste.
    7) Luego se adentra en Eslovenia a través de Divaca, Ljubljana y Maribor, y se construirá también un ramal desde Koper para que se una al Corredor en Divaca.
    8) Desde allí sigue hasta Hungría, atravesando Marivor, Zalalovo, Boba, Szekesferhervar, Budapest, Miskolc, y desde allí ya en su finalización se dirige hacia la frontera con Ucrania


      dilluns, 13 de febrer del 2012

      Circo y fieras en la Roma antigua. Pantomimas y naumaquías.

      Uno de los espectáculos más populares fue en el Imperio Romano el acoso de fieras,
      celebradas generalmente en los anfiteatros. En origen estos espectáculos, como los
      juegos olímpicos, némeos, píticos e ísmicos y las representaciones teatrales en Grecia, o
      los combates de gladiadores y carreras de carros en Roma, eran rituales religiosos en
      honor de los dioses o de los difuntos importantes; con el tiempo, estos rituales se degradaron
      y se convirtieron en juegos o en deportes. Todavía, a finales del Mundo Antiguo,
      en las representaciones de carreras de caballos o de luchas de fieras no es raro que una
      imagen de Cibeles presida los juegos. El más antiguo espectáculo de lucha de fieras de
      que hay noticia en Roma data del año 186 a. C. y tuvo lugar unos 80 años antes de que
      se introdujeran los combates de gladiadores. La afición por este espectáculo sangriento
      pervivió por lo menos hasta el s. VI. En el año 469 los emperadores León y Artemio
      prohibieron que se celebrasen en domingo. En el año 536 el emperador bizantino Justiniano
      decretó que los cónsules debían ofrecer al pueblo acosos de fieras. Este espectáculo
      era variado en su composición; unas veces se exhibían sólo fieras, otras luchaban
      éstas entre sí, y frecuentemente con hombres; se simulaban también en el anfiteatro auténticas
      cacerías de animales salvajes. Los que luchaban con las fieras se llamaban bestiarios;
      unas veces eran contratados, otras se obligaba a combatir a criminales o a prisioneros
      de guerra. Autores de los s. II y III, como los escritores cristianos Tertuliano y
      San Cipriano y el jurista Ulpiano, nos informan de que también se ofrecían voluntarios
      para luchar con las fieras, que tenían a gala el participar sin recibir soldada, incluso algún
      emperador para demostrar en público su valor no tuvo inconveniente en descender a
      la arena y matar con su propia mano las fieras. El historiador Dión Casio cuenta que
      Cómodo (180-193) mató en un solo día cinco hipopótamos, y en varios una jirafa, dos
      elefantes y algunos rinocerontes.
      Existían grupos o familias de bestiarios, que se adiestraban, como los gladiadores,
      en escuelas especiales; una de estas escuelas fue creada por el emperador Domiciano a
      finales del s. I. Generalmente este espectáculo se celebraba en el anfiteatro; en el de
      Mérida se conservan todavía las habitaciones de las fieras con unas ventanucas para
      alimentarlas. Las primeras fieras que se vieron en Roma procedían de África, donde
      Cartago, la gran metrópoli mercantil, había sido arrasada en el año 146 a. C. El historiador
      contemporáneo de Augusto, Tito Livio, recoge la noticia de que en un espectáculo
      de fieras celebrado en Roma en el año 169 a. C. y organizado por los ediles P.
      Léntulo y Escipión Násica, se exhibieron 63 fieras africanas (panteras, leopardos y hienas, 40 osos y elefantes). Por estas fechas, se presentaban a veces sólo animales inofensivos,
      pues en los juegos organizados para festejar a la diosa Flora sólo participaron esta
      clase de animales. El comediógrafo Plauto vio en su tiempo avestruces. Además de estas
      fieras importadas, se sacaban a la arena animales traídos de distintas regiones de
      Italia, de los montes Apeninos, de Lucania y Apulia, como osos, jabalíes, corzos, ciervos
      y liebres.
      Los acosos de fieras cobraron cada vez más importancia ya a finales de la
      República Romana y se vieron en Roma animales nunca antes vistos. En el año 58 a. C.
      en las fiestas organizadas por Escauro se exhibieron un cocodrilo y un hipopótamo.
      Pompeyo, con ocasión de los espectáculos venatorios, celebrados con motivo de la
      consagración de su teatro, presentó al público un rinoceronte, unos monos africanos
      desconocidos y un lince de la Galia (Francia). En las cacerías preparadas por César en el
      año 74 a. C. el pueblo romano vio por vez primera una jirafa y en el año 11 a. C. un tigre.
      Asombra la variedad de fieras que participaban en estas dos exhibiciones o luchas,
      pero lo que más llama la atención es la abundancia de animales de una sola especie que
      se presentaban al público, que indica un gran comercio de fieras perfectamente organizado
      y muy rentable desde los países de origen hasta el anfiteatro de Roma. El cazador
      era propietario de los animales cazados por él, fuese en terrenos propios o ajenos. Sin
      embargo, las cacerías de elefantes sólo se podían organizar con autorización del emperador.
      La posesión de esta fiera era un privilegio exclusivo del emperador. Los emperadores
      también se reservaron el privilegio de cazar leones o de autorizar su captura. El
      transporte de las fieras se hacía generalmente por mar. Está bien representado en algunos
      de los soberbios mosaicos de Piazza Armerina, Sicilia (300-360). Los convoyes tardaban
      varios meses en llegar y frecuentemente perecían las fieras en el viaje. Del edicto,
      dado por los emperadores Honorio y Teodosio, del año 417, se desprende que los municipios
      por donde pasasen tenían la obligación de alimentar las fieras, lo que motivaba
      abusos sin cuento. En Hierápolis, capital de la provincia romana del río Éufrates, una
      vez se detuvo un convoy 3 o 4 meses en vez de una semana; por este motivo los citados
      emperadores legislaron que no se podían detener más de 7 días en la misma ciudad.
      En los citados juegos pagados por Pompeyo intervinieron 18 o 20 elefantes, 500 o
      600 leones y 410 fieras africanas de otras especies; y en los de César 400 leones y 40
      elefantes. Los datos que conservamos de época imperial indican que las luchas de fieras
      gozaron cada vez de más aceptación y de que los emperadores para congraciarse con el
      pueblo de Roma y apartar su atención de los problemas acuciantes de la vida ordinaria
      no escatimaban dinero en gastos. Augusto dio en su vida 26 juegos organizados por él, y
      se sacrificaron 3.500 fieras de África, que era la principal abastecedora de los animales
      salvajes. El emperador Tito, en el año 80, montó unas fiestas que duraban 100 días para
      celebrar la consagración del anfiteatro Flavio, que tenía cabida para 40.000 o 45.000
      espectadores; en un solo día se presentaron 5.000 fieras y durante estas fiestas se mataron
      9.000 animales. Trajano, en el año 107, celebró el triunfo sobre Dacia, la actual
      Rumania, con unas fiestas que duraron 4 meses, en las que intervinieron 11.000 fieras
      que lucharon contra 10.000 hombres.
      Roma llevó a las provincias el gusto por este espectáculo. El gaditano Columela, a
      comienzos del Imperio, alude a fieras africanas traídas a la Bética, la actual Andalucía,
      para que participasen en los juegos del anfiteatro. Los zoos de Roma estaban llenos
      siempre de fieras, que en cualquier momento podían intervenir en los anfiteatros. Nerón
      (54-68), en el gran palacio llamado la Domus Aurea, que construyó en Roma, al decir
      del historiador Suetonio, tenía "bosques con una multitud abigarrada de animales domésticos
      y salvajes de todas clases". En tiempo de Gordiano III, hacia el año 235, había
      en Roma, según la Historia Augusta, obra de finales del s. IV, 32 elefantes, 10 alces, 10
      tigres, 60 leones domesticados, 30 leopardos domesticados, 10 hienas, 6 hipopótamos, 1
      rinoceronte, 10 leones salvajes, 10 jirafas, 20 onagros, 40 caballos salvajes e innumerables
      y divertidísimos animales, fieras todas, que fueron presentadas en la arena con ocasión
      de celebrar Filipo el Árabe el milenario de la fundación de Roma, celebrado en el
      año 248. Para el mantenimiento de todas estas fieras se necesitaba un numeroso personal
      administrativo y la inversión de cuantiosas sumas de dinero. Calígula (37-41), en
      una época en que la carne había alcanzado un precio alto, alimentaba a las fieras con
      carne humana de criminales. Aureliano regaló las fieras que participaron en su triunfo,
      para no gravar el fisco, lo que indica que de los fondos públicos se sostenían los animales
      y que su mantenimiento era costoso. Un procurador administraba los fondos especiales
      destinados al sostenimiento de los elefantes.
      En los anfiteatros no sólo se exhibían fieras, luchaban éstas unas contra otras o
      contra hombres, sino que también se simulaban auténticas cacerías; la mejor conocida
      está descrita en la citada Historia Augusta, con ocasión de las fiestas organizadas por el
      emperador Probo; dice así: "El espectáculo se dispuso como sigue: grandes árboles,
      arrancados con sus raíces por los soldados, se colocaban sobre una plataforma de madera
      de gran extensión que se había recubierto de tierra. De esta manera, todo el circo,
      plantado de modo semejante a un bosque, pareció florecer con la frescura de las hojas
      verdes. En seguida soltaron por todos los caminos mil avestruces, mil ciervos, mil jabalíes,
      mil gamos, mil gamuzas, mil cabritillos salvajes y otros animales herbívoros en
      tanta cantidad cuanto les fue dado alimentar y encontrar. Hecho esto, dejaron penetrar
      en el bosque a la plebe y cada uno se apoderó de lo que quiso. Otro día, Probo hizo soltar
      de una vez en el anfiteatro a cien leones de largas crines. El fragor de sus rugidos parecía
      el tronar de la tormenta. Se les dio muerte por la espalda a todos estos leones y, mientras
      morían, no dieron el buen espectáculo que se esperaba de ellos, ya que no tenían ese ímpetu
      que tienen cuando salen de sus jaulas. A muchos de ellos, que no querían avanzar, se
      les mató con flechas. Salieron también cien leopardos de Libia, cien leopardos sirios, cien
      leonas juntamente con cien osos. Parece ser que el espectáculo de todas aquellas fieras fue
      más imponente que agradable." Otras fiestas eran más complicadas aún. El poeta Calpurnio
      describe una fiesta dada por Nerón, en la que el suelo se abrió y de los abismos salió
      un bosque maravilloso con árboles resplandecientes por el oro y surtidores olorosos, poblado
      de fieras de lejanos países. En los juegos que organizó Septimio Severo, en el año
      202, la palestra se transformó en pocos momentos en un barco gigantesco, que inmediatamente
      se desencuadernó, quedando sobre la arena 700 fieras, leones, panteras, osos,
      bisontes y avestruces, que fueron sacrificados en los 7 días que duró la fiesta.
      A los condenados a las fieras frecuentemente se les ataba a un carro, que se llevaba
      a donde los animales se encontraban; otras veces se les obligaba a ir a su encuentro azotándolos
      por las espaldas, según se ve en el mosaico de Zliten. También se les colgaba de
      un madero, como a Blandina, cristiana, que en Lyon, en el año 177, fue condenada a las
      fieras, o se les ataba a un puente o tablado, como a Saturo, mártir cristiano africano del
      año 203. Las actas de los mártires —los cristianos fueron frecuentemente condenados a
      las fieras— nos informan de algunas particularidades, como de que los condenados eran
      flagelados antes, como se hizo con la citada Blandina o con los mártires de Tiro, en
      época de Diocleciano a principios del s. IV, y de que cuando se les echaba a toros bravos,
      iban envueltos en redes, como Perpetua y Felicitas, compañeras de Saturo.
      La actitud de los intelectuales fue ambigua ante estas degollinas de hombres y fieras
      organizadas para divertir al populacho. Varrón, a finales de la República, escribió la
      siguiente frase condenatoria de tales juegos: "¿No sois unos bárbaros, los que echáis los
      criminales a las fieras?" Cicerón, el gran orador, contemporáneo del escritor anterior,
      también fue contrario a este espectáculo: "¿Qué placer puede representar para una persona
      culta ver como un hombre débil es despedazado por una fiera fuerte y gigantesca o
      como un hermosísimo animal es atravesado por una jabalina?" Séneca manifestó repetidas
      veces su repulsa ante estas matanzas. El cristianismo se opuso a ellas por boca de
      algunos de sus mejores representantes, como san Juan Crisóstomo en el s. IV y Salviano
      de Marsella, en el siglo siguiente; en cambio, los poetas Marcial y Estacio, en tiempo de
      Domiciano, alaban estos espectáculos.
      Las cacerías de fieras en los anfiteatros sirvieron también a la medicina. Galeno escribe
      que muchos médicos presenciaron la autopsia de un elefante gigantesco y del
      cuerpo de estos animales sacrificados se obtenían medicinas. También sirvieron a los
      artistas para copiar fieras del natural. El famoso escultor Pasiteles, de finales de la República,
      estuvo a punto de ser despedazado por una pantera escapada de una jaula,
      mientras modelaba un león.
      En los anfiteatros romanos presenciaban los espectadores otros tipos de
      diversiones, como las pantomimas y las naumaquias, éstas últimas no siempre celebradas
      en ellos. En las pantomimas los actores eran generalmente criminales,
      condenados a muerte, entrenados para estos tipos de espectáculos. Los actores solían
      salir a la arena vestidos con túnicas bordadas en oro, con mantos de púrpura y coronados
      con coronas doradas. De pronto, los vestidos se inflamaban y los delincuentes
      morían abrasados. El populacho romano había bautizado a semejantes mortíferos vestidos
      con el nombre de "túnica molesta". Otras veces, como a los cristianos, a quienes
      Nerón en el año 64 echó la culpa del incendio de Roma, se les embadurnaba de resina y
      de pez y ardiendo se convertían en auténticas antorchas humanas, que iluminaban la
      noche; a otros condenados, vestidos de pieles, se les arrojaba a los perros para que
      los descuartizasen. Los escritores de época imperial han conservado datos sobre estas
      pantomimas que a nosotros se nos antojan espeluznantes, pero que hacían las delicias de
      los espectadores de los circos. Muchas veces las pantomimas ponían en escenas hechos
      famosos de la Historia Romana o mitos. Nuestro poeta Marcial, que también pintó los espectáculos
      de la capital del Imperio, vio a un criminal disfrazado de Mucio Escévola, con
      una mano colocada sobre el fuego, hasta que éste se la abrasó toda. Se representó también
      en el anfiteatro la crucifixión del bandolero Laureolo, que fue desgarrado por las fieras. El
      poeta bilbilitano describe con un realismo impresionante el suplicio: la carne le caía a
      pedazos. En otra pantomima un condenado representaba a Orfeo, el héroe mitológico,
      que con su música amansaba a las fieras. Aparecía en un paraje campestre, rodeado de
      toda clase de fieras, de pronto le dejaron caer, y fue despedazado por un oso. Tertuliano,
      que como todos los cristianos, fue muy contrario a este tipo de espectáculos sangrantes,
      en época de la Dinastía Severiana (193-235), alude a diversos mitos puestos en escena,
      como la castración de Atis; otro condenado llevaba los atributos de Hércules, y como el
      semidiós en el Eta, fue abrasado vivo. El apologista cristiano escribe que había gente
      que se prestaba voluntariamente a recorrer cierta distancia con los vestidos ardiendo.
      No todas las pantomimas acababan trágicamente. También se representaban mitos
      obscenos y alegres, como el rapto de Europa por el toro.
      A veces la arena se inundaba de agua y se convertía en un lago, donde se celebraban
      combates navales. Conocemos una serie de naumaquías gracias a los historiadores
      Tácito y Suetonio. La más antigua conocida data del año 46 a. C. La organizó Julio César
      con motivo de los juegos triunfales que celebraron ese año su triunfo sobre los enemigos.
      El dictador mandó hacer en el Campo de Marte un gran lago artificial, donde se
      enfrentaron una flota tiria y otra egipcia. Participaron 1.000 soldados y 2.000 remeros
      en cada flota; los barcos eran de dos, tres y cuatro remos. En el año 2 el emperador Augusto,
      para festejar la consagración del templo de Marte Ultor, organizó una gran naumaquía
      celebrada en un lago artificial; este lago medía 533 metros de largo y 357 de
      ancho. Combatieron 30 naves grandes de los atenienses y de los persas, mas un número
      mayor de pequeños barcos. El número de participantes fue de 3.000 combatientes, sin
      contar los remeros.
      El emperador Claudio en el año 52 organizó un gran simulacro de combate naval,
      para celebrar la terminación de las obras que unían el lago Fucino, mediante un canal,
      con el río Liris. En el combate celebrado en el lago participaron 19.000 combatientes,
      repartidos en dos flotas, siciliana y rodia. Las orillas del lago, al decir de Tácito, estaban
      llenas de balsas para impedir que el numeroso público, que se apiñaba en las orillas, se
      cayera al agua. Las balsas estaban ocupadas por destacamentos de los cohortes pretorias,
      que eran la guardia personal del emperador. El propio emperador Claudio, acompañado
      de la emperatriz Agripina, presidió el espectáculo.
      Nerón en el año 57 o 58 convirtió la arena del anfiteatro levantado por él en el
      Campo de Marte en un gigantesco lago, donde se exhibieron toda clase de peces y
      monstruos marinos, y se reprodujo un encuentro naval entre persas y griegos, que recordaba
      los de las Guerras Médicas. Después se vació el lago y sobre la arena lucharon los
      gladiadores y se simuló un combate terrestre. En el año 64 el mismo emperador en el
      mismo lugar organizó por segunda vez una naumaquía, seguida, como la primera, de un
      combate de gladiadores y después vino un fastuoso festín organizado por Tigelino.
      El emperador Tito organizó en el año 80 unas fiestas que duraron 100 días y no podían
      faltar en ellas los espectáculos acuáticos. En el primer día sobre una tarima de madera
      que cubría el lago organizó unos combates de gladiadores y un acoso de fieras, el
      segundo día una carrera de carros y el tercero un simulacro de batalla naval entre atenienses
      y siracusanos, que recordaban los tenidos con ocasión del ataque de Atenas a
      Siracusa, durante la Guerra del Peloponeso, 415-413 a.C.
      El emperador Domiciano intentó eclipsar las fiestas acuáticas organizadas por su hermano,
      hizo construir un nuevo y grandioso lago artificial y organizó un gigantesco combate
      naval. Durante esta representación cayó una gran tormenta sobre los espectadores,
      pero no se les permitió abandonar sus puestos, lo que motivó que muchos enfermasen.
      La Historia Augusta, obra de finales del s. IV, da noticia de otra naumaquía, celebrada
      por el emperador Filipo el Árabe, con ocasión de festejar el milenario de la fundación
      de Roma. No se conocen detalles.
      Los emperadores romanos fueron muy pródigos en organizar toda esta clase de espectáculos
      para distraer al populacho de Roma. Dión Casio ya cayó en la cuenta de que
      el pueblo se entretenía con ellos y no pensaba en política, ni en los verdaderos problemas
      de la vida.



      EL TEATRO GRIEGO

      Definición

      Formalmente el teatro viene a ser una síntesis de los otros dos géneros, épica y
      lírica. Del primero tomo principalmente los temas, las historias y los
      personajes, y del segundo, la música, algo de la danza para los coros y la variedad métrica.

      Podríamos decir que nació de la lirica y creció y llego a la perfección gracias a un nuevo tratamiento de los temas épicos.
      Su nombre griego
      θεατρον,, deriva del verbo θεαομαι que significa mirar detenidamente, observar. Era, pues, un espectáculo que ponía ante los ojos del espectador una historia dramatizada, es decir, contada mediante la accion de personajes, no narrada. La representación, o imitación, es el rasgo mas esencial del teatro: unas personas reproducen ante nuestros ojos la vida de otras a las que están suplantando, o sea interpretando.
      El teatro griego se presenta bajo tres modalidades: la tragedia, la comedia y el drama satírico, de los cuales sin duda la mas importante es la tragedia.
      El gran paso de convertir antiguas formas de representación de tipo carnavalesco en una manifestación literaria de altura se atribuye a Tespis, que habría compuesto la primera tragedia propiamente dicha, con un solo actor y un coro, hacia 534 a.C.


      Las representaciones
      Las obras de teatro (la tragedia y el drama satírico, además de la comedia, que veremos en la unidad siguiente) se representaban en Atenas como un acto litúrgico, culminación de las grandes fiestas en honor de Dioniso.
      Estas fiestas eran: las Leneas, las Dionisias rurales y las Grandes Dionisias (o Dionisias urbanas).
      Las Grandes Dionisias se celebraban en Atenas el mes de Elafobolion
      (marzo-abril). Comenzaba la fiesta el decimo dia del mes con una espectacular procesión religiosa en la que se portaban falos en honor del dios y terminaba con los sacrificios y libaciones que los diez estrategos ofrecían en el recinto del templo de Dioniso. Para
      participar en las fiestas dionisiacas era necesario que los poetas presentaran sus obras a concurso convocado por el arconte-eponimo, es decir, el magistrado al que correspondía la máxima autoridad durante el ano, para que se procediera a una selección previa (podían participar incluso poetas extranjeros). Solo tres autores de tragedia y cinco autores de comedia (tras la guerra del Peloponeso, se redujeron también a tres) eran seleccionados. Las obras seleccionadas se representaban una sola vez. Cada poeta trágico tenia que presentar normalmente tres tragedias y un drama satírico. En ocasiones el poeta presentaba sus obras en forma de trilogia (tres tragedias con el mismo tema). El poeta
      cómico solo presentaba una obra.

      Los gastos de la representación los costeaban los llamados coregos
      (χορηγοι) . Eran ciudadanos muy ricos, designados también por el arconte, a los que se imponia un impuesto especial . La adjudicación de las coregias se hacia por sorteo. Los gastos de puesta en escena eran considerables,de ahi que tuviera mucha importancia para el poeta que el corego fuera generoso en el gasto.
      Entre las misiones del corego estaban: la selección de cantores profesionales
      que componian el coro y la de los actores (hasta el 449 a. C. no se organizaron concursos de actores), el pago del vestuario,los ensayos y el local para ensayar. A partir del 405 la coregia se encargo a dos coregos debido al empobrecimiento de la ciudad por la guerra del
      Peloponeso, hasta que Demetrio Falereo suprimió la coregia e hizo que fuera el Εstado el que se encargara directamente de los gastos.

      El director del coro λειπονργια
      solia ser el propio poeta, que a veces participaba tambien como actor (podia haber un subdirector,(ςιςαοκλος) . Las mujeres no formaban parte del grupo de los actores, aunque si podian asistir al teatro.
      Se daban tres premios: a los coregos, a los poetas y a los actores. Recibían una suma de dinero y una corona de hiedra y eran inscritos, al igual que los títulos de las obras premiadas, en las listas conservadas en archivos del Εstado. El premio fue otorgado al principio por los propios espectadores, pero mas tarde la bule (asamblea) y los coregos confeccionaban una lista con los jueces que debian juzgar las obras.

      La puesta en escena
      Toda puesta en escena de una obra de teatro necesita de un medio fisico donde llevarla a cabo adecuadamente y unos elementos especificamente teatrales.
      En Atenas Pisistrato construyo al lado de la capilla de la Acropolis una orquestra (ορχηοτρα), es decir, un lugar para que el coro pudiera danzar (,ορχεσμαι) en el que tambien se alzaba el altar del dios (θυηνη). En torno a la orquestra se disponia el publico para mirar ; mas tarde, aprovechando la ladera de la Acropolis, se pusieron unas gradas portatiles de madera para mayor comodidad y desde alli se contemplaba el espectaculo. Despues las gradas se hicieron de piedra y detrás de la orquestra, para que los actores pudieran cambiarse, se dispuso una especie de barracon de madera (σκην'), que luego se construiria con materiales mas nobles y una decoracion mas lujosa. Delante de la escena estaba el proscenio (προσκwνιον), donde se colocaban los decorados (καταβληματα).
      Los elementos teatrales necesarios son los siguientes: los actores, los coreutas (χορευται) o miembros del coro, los musicos (flautistas, αKληται y citaristas, κιθαρισται), las mascaras de los actores (πρ_σωπον) y el decorado (καταβληματα).
      Los actores, que tenian que tener buena voz, buena pronunciacion y ser buenos cantantes, además de la mascara y el traje, vestian un calzado alto llamado coturno .
      En los primeros dramas (todos ellos perdidos), la representacion estaba a cargo de un solo actor (προταγωνιστης) y del coro. Esquilo introdujo un segundo actor (δευτεραγωνιστης) para enfrentarlo dialógicamente al protagonista. Sofocles anadio aun otro mas; este numero de tres actores nunca crecio, si bien a veces intervenian en la representacion ninos y personajes mudos.